domingo, 6 de abril de 2014

Un niño súper inteligente

Carlos siempre fue distinto a los demás, no jugaba con los niños de su edad era muy activo, demasiado diría yo, nunca había visto algo así, desde los tres meses ya no hizo siesta estaba siempre despierto y daba la sensación de observarlo todo, cuando caminó, no paraba, corría todo el tiempo hasta que se dormía muy tarde, era pícaro y divertido pero diferente.......
a los cinco o seis meses armaba sin mucha dificultad legos para niños de dos, al inicio no se le dio importancia pero con el tiempo comenzó a mostrar una serie de actitudes como reconocer la postura de las letras a los diez meses... Al nacer su hermano tenía casi dos años pero unos meses antes ya empezaba a perder el habla poco a poco y aunque se comunicó a su Médico, no le dio importancia por su edad.Antes de los tres Carlos empieza a meterse en sí mismo, era evidente es que el niño pasaba por una depresión y no era sólo el hecho de tener un nuevo hermanito había algo más; Siempre que le veían los especialistas asombraba su memoria o que armara tres puzzles al mismo tiempo, decían que eso sólo se lo habían visto en niños autistas, pero era un niño tan cariñoso que rompía el esquema... creo que aparte de sentirse incomprendido no tenía derecho a ser más inteligente que las personas que lo observaban y por desgracia a los tres años no se finge, simplemente uno es.

A los cuatro años y medio empieza a recuperar el habla aunque lo hace muy deprisa y se le entiende poco ó casi nada, cuando lo hace despacio de nuevo se nota mucho lo que sabe, hay que tomar en cuenta que los niños son sinceros, no imaginó los problemas que le traería.

En el colegio no sabían que "nombre" ponerle a lo que tenía así que lo trataban como retrazado, hasta cierto punto era normal que actuaran así al no tener información sobre estos niños, no respondía a las expectativas de un niño de su edad, no se integraba ni jugaba con los niños, un día la psicóloga dijo: "Ese niño es raro" después de mucho buscar cuando se pidió orientación a una fundación para niños superdotados para ver si estimulando lo que le gustaba se atraía su atención, al escuchar lo que Carlos sabía, La persona que le contestó con muchos años de experiencia en el tema sólo dijo: "Señora retrata a un Superdotado y tengo la sensación que alto" Creo que luego de escuchar tantas cosas negativas era difícil creer lo que decían.

La fundación de superdotados insistió mucho en conocerlo y Carlos con su hermano pequeño fue a visitar ese lugar, el señor que lo recibió inspiraba confianza, por unos instantes nos daba la sensación de conocerse ambos, les enseñaba aquel sitio a los niños y cuando Carlos entró al taller de electricidad hizo algo que llamó la atención:
Se llevó las manos a la cabeza y con asombro dijo muy alto ¡GUAO! No dejaba de sonreír, se desenvolvió como pez en el agua luego de usar esos "juguetes". Costó mucho llevarlo a casa de nuevo y es que eso era lo que estaba buscando desde siempre, cuando se hizo una lámpara antes de los tres años, cuando se robaba los interruptores de la pared o las lámparas de techo o los bombillos... o la antena colectiva.

Desde aquel día poco a poco con cariño, grandes dosis de paciencia y el apoyo de la fundación, se recuperó encontró la alegría de ser el mismo y no sentirse juzgado por un sistema que no tiene la capacidad de comprender a estos niños ya que en España por ejemplo donde nació Carlos, en las facultades de psicología, psicopedagogía y pedagogía no se estudia nada sobre superdotados es por eso que nadie sabía lo que sucedía, después me enteré que aquel Señor también era padre de niños como Carlos y su hermano, quien comenzó al poco tiempo a demostrar ser también superdotado.. Creo que son niños tan distintos a los demás que nadie se toma la molestia de reconocer sus necesidades especiales, lo mucho que pueden sufrir por esto no sólo ellos, también sus padres y esto lamentablemente lo puedo afirmar. La historia nos muestra como muchos genios fueron confundidos como niños con patologías y por desgracia aún hoy en día se comete ese error, Edinson fue expulsado tres veces del colegio por considerársele retrasado.

Tampoco debemos pensar que si nuestros hijos tienen una discapacidad no son inteligentes, Einsten tenía dislexia y también Roquefeler, Bethoven era sordo y su música seguirá emocionando a aún nuestros nietos y los hijos de estos.

Hay muchos casos de niños superdotados diagnosticados como autistas y tratados como tal, hasta que se dan cuenta del error... entonces ya se ha hecho mucho daño.

.Ahora Carlos tiene poco mas de cinco años sonríe con los ojos, va seguro, no se pierde Popeye y le encanta el Pájaro loco pero aparte lee libros de tecnología y le gusta todo lo relacionado con la física, a Papá Noel le pidió una patineta y material eléctrico, especifica el tipo de herramientas que necesita. Su hermanito le sigue los pasos.

Creo firmemente en la importancia de buscar y no parar hasta estar seguros de que hemos hallado una respuesta que nos deje tranquilos, si sospechamos, que no dudemos de ir a una fundación de superdotados o buscar si no existe en su zona, normalmente las consultas son gratis, tan importante como comprender a nuestros hijos es hacerles sentir que los comprendemos.

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