Con la cabeza cubierta por el tradicional
turbante Sij, Fauja Singh, un británico nacido en India, de 101 años, el más
viejo maratoniano del mundo, corrió el domingo en Hong Kong la última carrera
de su vida.
Su mejor crono lo marcó en la prueba de Toronto, con 5 horas, 40 minutos y cuatro segundos.
Su mejor crono lo marcó en la prueba de Toronto, con 5 horas, 40 minutos y cuatro segundos.
El domingo, al margen del maratón de Hong
Kong, Singh corrió 10 kilómetros en 1:32.28, es decir, 30 segundos menos que el
año pasado en la misma prueba.
"Es el día más feliz de mi vida",
declaró tras la prueba el centenario atleta, que solo habla el punyabí (lengua
de la región del Punyab, entre India y Pakistán), por lo que en sus
declaraciones necesita un traductor de inglés.
"Me encontré bien, freso, en plena
forma" añadió.
En Hong Kong, Singh, que cumplirá 102 años
el 1 de abril, corrió junto a un centenar de seguidores que se hicieron llamar
"Sijs in the City".
"Aparte de una pausa para hacer pis sobre
el kilómetro seis de carrera y un susto cuando casi se cae como consecuencia del
suelo mojado, no se ha parado", explicó Karamjit Singh, uno de los
seguidores que le acompañó en el recorrido, que se mostró "orgulloso"
de haber conocido al veterano atleta.
Singh no paró de bromear con los
periodistas. "Esperaba hacer una mejor marca", dijo. "A mitad de
la carrera, la gente
me ha recordado que ya había cubierto la mitad de la distancia, cuando creía
que solo había hecho un tercio", añadió.
El atleta explicó que decidió colgar las
zapatillas porque las carreras son "difíciles" a su edad, aunque dijo
que no estaba enfermo y que seguirá corriendo 15 kilómetros diarios para
"cuidar la salud" y recaudar fondos
para asociaciones caritativas.
En
Hong Kong logró recaudar 160.000 dólares
hongkoneses (unos 16.000 euros) que irán a financiar a deportistas discapacitados.
Con apenas 52 kilos de peso, la cara adornada por una larga barba blanca y la cabeza cubierta por un turbante de color naranja, este antiguo agricultor del Punyab comenzó a correr tras la muerte de su esposa y de un hijo.
Con apenas 52 kilos de peso, la cara adornada por una larga barba blanca y la cabeza cubierta por un turbante de color naranja, este antiguo agricultor del Punyab comenzó a correr tras la muerte de su esposa y de un hijo.
Fue
uno de los relevistas de la llama olímpica en los Juegos de Atenas-2004 y de
nuevo en Londres-2012. También ha participado en varios anuncios publicitarios.
El Libro Guinness de los récords no ha
incluido su título oficioso de más viejo maratoniano del mundo, porque no se ha
podido acreditar la fecha exacta de su nacimiento.
Fuete El Universal
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